lunes, diciembre 18, 2006

Romance imperfecto del granito rosa

Se asoma el Puente Romano
al río que huele a flores,
a Flores el chatarrero.
arriba los corazones.

El Puente estaba viejuno
por las civilizaciones
que pisaron sus baldosas
bien a pie o bien con coches,
unos tirados por bueyes,
siglos después por motores.
Años de historia contemplan
a varoniles varones
que echan agüita amarilla
sorteando sus balcones
con asombrosa parábola
que hace de salva u honores.
Se oía en el ramaje
cantar a los verderones,
por lo que en este poema
ya hay pajaritos y flores.
Así lo mandan los cánones,
no se quejen los lectores.

El Puente estaba viejuno
y tenía desconchones,
arrugas, patas de gallo,
varices y mal de amores,
(no lo miraba el río
ni de día ni de noche.
Sonreía a los piropos
del puente de Miraflores).
El tiempo pasa factura.
Se temían los prebostes.
que si pasaban se hundiera
con todos sus asesores.

Los jefazos encargaron
ligting y liposucciones.
En un pis-pás quedaría
como en sus días mejores
cuando Augusto lo cruzaba
con las feroces cohortes.
Ni Abderramán (el tercero),
que encargó reparaciones,
habría reconocido
a puentecillo tan joven.

El Gobierno de la Junta
buscaba buenos doctores
para dejar como nuevo
el Puente. Los inversores
señalaron con su dedo
al artista de los Dioses,
el elegido, Juan Cuenca,
(siempre lo eligen, bemoles)

Vanguardista como pocos
a lo moderno responde
desde que el sol se levanta,
se alza, sigue y se pone.
Ya la esencia del espacio
la trabajaba de joven
con los del 57
y llenaban de colores
unos lienzos, los colgaban
y a correr, con dos cojones,
que en el arte de hoy en día
la osadía es lo que pone.

Miraba el puente Juan Cuenca
y lo veía muy pobre:
Cuando venga la familia
y observe desde la torre
del Centro de Visitantes,
que luzca con esplendores,
y sea fácil limpiarlo,
con mijita Mr. Proper,
que lo del mantenimiento
es muy caro y somos pobres,
luego no queda parné
para tantas comisiones
que estimulan los cerebros
y labor de los prohombres
que levantan la región
desde el llano y hasta el monte.

Por la Junta Junta Junta
se oía rumor de voces.
¡Salve al maestro Juan Cuenca!
¡Qué fiesta en los corredores!
Cubría el Puente un pasillo
que iba del sur al norte.
Granito rosa del bueno,
del que emplean los mejores
para pasar una mopa
y nos vamos. Los relojes
eran claros, se tardaba
menos de cero con doce
en dejar como patena
la solería. Loores:
¡Feldespato, cuarzo y mica!
¡Y a otra cosa señores!

Pero algunos cordobeses
llenos de resquemores
no entienden la perfección
del artista de los Dioses
El desánimo desangra
la ciudad a borbotones,
rebosan en los periódicos
las descalificaciones.
Por acá granito rosa,
por allá unas maldiciones,
media docena de insultos
y algunas imprecaciones.

¡Vive Dios, analfabetos!
¡Iletrados hotentotes!
La ciudad de la incultura
a lo nuevo no responde,
senequistas sin remedio
que del futuro se esconden...
¿No ven que el granito rosa
se limpia de mil amores?
Dejen ya de criticar
aquello que desconocen.
¿Las losetas no son monas?
El artista de renombre
está trabajando en eso
y en los alrededores,
en una una nave espacial
con bonitos miradores.
Dejen trabajar al genio
Cuenca sin interrupciones.
No saben de arquitectura,
asuman ya sus errores.


Nota: El responsable de la sección poética de El Perol Sideral pide disculpas a los amantes de la métrica. Como podrán observar, y aunque en octosílabos, este romance no mantiene, como debiera ser, la rima asonante, sino que combina la asonante y consonante, de ahí que se señale en el título como imperfecto.

domingo, noviembre 12, 2006

Pelos como escarpias

La Córdoba del futuro está ahí. Mírela. No, esa no. La otra. Tampoco, más allá… eeeeeesa. Pero mientras llega, con sus palacios de diseño y sus estructuras museiformes, hemos de valorar el esfuerzo que se hace desde el presente para que el destino se ajuste a la ciudad como un guante de la talla correcta a la mano.

La tradicional desidia cordobesa, que hace que las torrijas abandonen los mostradores de las dulcerías para instalarse en los hipotálamos, salpica muchas veces los juicios que se realizan sobre determinados lugares, a los que no se les da el valor que tienen. La torpeza y la ponzoña siempre cabalgan juntas, por decir algo para llegar a 121 palabras en el contador del Word.

Esos sitios, esos rincones, esos monumentos, languidecen ante la mirada vacía de aquellos que deberían celebrarlos. Y de pronto un día se descubre que contenían algún tipo de belleza. Demasiado tarde. Su cadáver ennegrecido en la pira funeraria ya navega hacia el Valhalla de la molicie, con perdón por este ambiente apocalíptico.

El futuro está aquí desde hace mucho, concentrado en un pequeño símbolo que suele pasar desapercibido por su modestia, por su labor silenciosa. Se encuentra, con todos los avíos del porvenir, en el Museo Julio Romero de Torres (pintó a la mujer morena).

El Museo Julio Romero de Torres, ubicado en el edificio que alberga al museo del mismo nombre, contiene una nutrida muestra de la obra de artista. Pero al margen de esto, su idiosincrasia, su modo de ofrecerla al espectador y el diálogo que genera entre los observadores y los cuadros, lo sitúan en una de las cimas de la creatividad aplicada al modo de gestionar una instalación así. Y tal cuestión se consigue de una forma sencilla, con apenas dos elementos.

El primero se halla, valga la redundancia, en la primera planta. Allí, con el mostrador de los conserjes perfectamente unido a la pintura, se exponen cuadros y fotografías relacionadas con el pintor. Al margen de su mérito artístico, estas obras se insertan en ese nuevo concepto del museo que representa el proyecto de museo de arte contemporáneo de la Junta, pero que ya está aquí con menos medios y más talento.

En efecto, varios de estos cuadros y fotografías están colgados mediante el innovador estilo de alcayata vista, habitual en los hogares pero rompedor en este tipo de centros. La brillantez del acero de esas alcayatas genera un juego de luces y sombras tan sobrio como imaginativo. Ya se ve en una el pico del marco de un cuadro que está al lado como el reflejo del conserje que se mueve ágil hacia la puerta para fumar un cigarro, bien se percibe el amarillo de una obra concreta como la silueta deformada del propio espectador. De esta manera se crea una red donde se conectan la materia y lo cotidiano, las intenciones del artista y la perspectiva de los ojos que observan, una conversación a cuatro bandas que compone una alegoría sobre los pilares del arte.

Y todo ello, insistimos, se consigue con apenas una mínima inversión en ese tipo de clavos con cabeza acodillada. Muchos visitantes sentirán un repelús por esta forma de interactividad, se les pondrán los pelos como escarpias. Escarpia es, precisamente, sinónimo de alcayata, con lo que también hay un guiño humorístico que entronca con el carácter cordobés del pintor y el clásico gracejo andaluz. Pocos museos del mundo dan tanto por tan poco y con ese ingenio en la planificación.

Pero aún queda el segundo elemento. Si el montaje lumínico anterior estimulaba el intelecto del observador, éste se dirige a avivar su cuerpo, partiendo del interior y elaborando así un camino natural desde el campo de lo subjetivo al de lo objetivo. El museo ofrece esta posibilidad gracias a que carece de cuarto de baño para los visitantes. De la introspección se llega la realidad externa mediante la comunicación que la persona establece con su vejiga urinaria o con su intestino grueso. Del fenómeno a noúmeno gracias a la ausencia de retretes. El arte y la filosofía occidental quedan ligadas en este proceso que muchas veces acaba con una carrera hacia los servicios del bar más cercano.

Por todo ello, el Museo Julio Romero de Torres (pintó a la mujer morena) merece un reconocimiento mayor. Desde este escrito que pretende ser un homenaje reclamamos más inversiones en materia de publicidad, sobre todo para dar a conocer el trabajo de sus responsables, que ajustan los pocos medios con los que cuentan hasta obtener unos resultados capaces de emular a los de cualquier museo ultramoderno y mimado por las inversiones económicas.

sábado, octubre 21, 2006

Ella, ella misma y ella

Entre un alea jacta est y un vini vidi vici, el Julio César de los tebeos de Astérix hablaba de sí mismo en tercera persona. Él era Él. Él conquistaba la Galia salvo un pueblo de irreductibles guerreros. Él volvía triunfante, o no tanto, a Roma. Y, en suma, narraba todo lo que él hacía como si no lo hubiera realizado él, sino Él.

En los medios de comunicación locales asistimos en numerosas ocasiones al contagio de este síndrome del César de Astérix, que consiste en un desdoblamiento de la personalidad mediante el que uno se convierte en dos, aunque el que actúa corresponde a trino, como si del Padre al Espíritu Santo nos saltamos al Hijo. De esta manera ella no es ella, sino Ella. ¿Y quién es Ella?

La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, ha sido contagiada por la enfermedad de las personas del verbo. Habla ella… pero habla de la alcaldesa. Por ejemplo: “La alcaldesa no hará ningún movimiento en torno a la financiación del Palacio del Sur sin el consenso de las peñas”. Y lo dice ella, pero no es ella la que actuará… sino Ella.

A Indurain, el Indu de la Lluvia –copyright Faemino y Cansado- le sucedía algo parecido con el plural mayestático: “Vamos a intentar ganar esta etapa…”. Y era impresionante verlos a Ellos montar en bicicleta. Jamás tanta gente pedaleó cuesta arriba y cuesta abajo. En este caso, frecuente en otros ámbitos, el síndrome del Indu de la Lluvia corresponde a aquellos que alcanzan un determinado estatus pero quieren mantener una falsa modestia, o a los que matizan sus logros individuales con una mención a los compañeros que le han ayudado si se trata de un trabajo en equipo… y quieren mantener una falsa modestia.

Pero el síndrome del Julio César de Astérix tiene otro origen, como explica el psicólogo de El Perol Sideral:

- Esteeeeee, sho creo que la afecsión júlica, como la shamamos en el argot, esteeee, corresponde a aqueshas personas humanas, esteeee, a las que el poder se le sube a la cabesa o cráneo. Desde entonses diferensian entre el papel que representa el cargo y su persona. Así que hay un esteeeee, shamémoslo persona, y otro que podemos shamar personaje. El personaje sale del cuerpo de la persona, esteeeee, como el alma de la materia. O sho que sé.

Y de esta forma la alcaldesa se refiere a sí misma como La Alcaldesa: “La alcaldesa promete que habrá aeropuerto…”. Y el ciudadano que está frente al televisor tuerce el cuello buscando a la alcaldesa y pensando “pues sí que es clavadita la que acaba de hablar”. La cosa es más grave de lo que parece, ya que puede surgir el interrogante “¿dónde está la alcaldesa?”. Porque si ella es Ella y no está tan allí como parece, ¿aquí permanece en su aquí, o sea, allí, o se vuelve al mismo tiempo allá en paralelo al desdoblamiento de ella en Ella? ¿Y si en un mal día entra el acullá no nos encontraríamos con un desplazamiento de la realidad bastante angustioso? ¿Y con la confusión de los puntos cardinales no estaríamos el día entero pegándonos hostias contra los quicios? Y todo eso con la alcaldesa en paradero desconocido y Andrés Ocaña extraviado en el Cordel de Écija.

El Perol Sideral, en una nueva investigación sin precedentes, ofrece en exclusiva un fragmento reciente del diario íntimo de Rosa Aguilar:

Querido Diario de La Alcaldesa:

[…]Ella está algo nerviosa por las elecciones que vienen y no duerme bien. Mañana ella tiene que ir al perol de los vecinos y con las peñas a otro sitio que ella no recuerda. La alcaldesa quiere lo mejor para la ciudad. Así que hará un esfuerzo y se pondrá la chaquetilla roja para besarlos a todos. Ella es más campechana que el rey. La alcaldesa tiene amor para la gente. La alcaldesa tiene ánimo y estará en todos los sitios, porque la alcaldesa quiere lo mejor para su ciudad. El sueño no vencerá a la alcaldesa. La alcaldesa tiene besos miles y los bolsillos llenos de primeras piedras […].

Hemos omitido las partes en las que Ella desvelaba claves de su política y próximas medidas para no influir en las elecciones, pues desde su nacimiento El Perol Sideral vela ante todo por la libertad, la verdad y la objetividad en una sociedad sin valores. No obstante se puede llegar a un acuerdo sobre esas partes, digamos a 20 euros el párrafo.

martes, septiembre 26, 2006

A ver quien la tiene más alta

Ah Rafaé, Rafaé… Rafaé sale de su Córdoba y observa el jardincillo de la ciudad ajena. Helo: cuatro arbolitos y unos bancos desvencijados. La alegre fauna aborigen, (cani urbanensis) esputa espuma de cerveza y vocifera. Rafaé se muestra encantado y alaba el carácter del lugar. Qué bonito. Las frondosas ortigas le sorprenden y las cacas de perro que tanto critica cada día se tornan pequeños monumentos naturales. Qué bonito es esto.

Ah Rafaé, Rafaé… Rafaé vuelve a su Córdoba y compara. Si es que esta ciudad nunca va a avanzar, mira, mira. Los edificios de cristal que observó allendespeñaperros le subyugan, saliva con las modernas oficinas y alcanza el éxtasis con lo que llama rascacielos, aunque sean sus hermanos pequeños.

Pero Rafaé no es un cualquiera no, tiene cierto poder e impulsa, que digo impulsa, es de esos que puede hasta implementar. Y, claro, el tipo va e implementa. Y henchido de gozo pare a su criatura, un edificio alto, toma ya. Y para más inri mide más que la torre de la Mezquita. Un metro más, toma ya.

Y cada cierto tiempo sufrimos el síndrome del cateto cordobés como el que tiene Rafaé. Ese que alaba cualquier cosa que hay fuera sólo porque es de fuera. Ese que se queda boquiabierto ante el horrible edificio de cristal. Ese que imita lo que encontró en las grandes ciudades, el que confunde modernidad y altura y, a su vez, identifica el provincianismo con aquellos que prefieren mantener una cierta coherencia en el paisaje urbano de un lugar con características muy concretas. Y dice Rafaé: Si es que aquí, ¿cuántas son las plantas que dejan? ¿seis, siete, ocho? ¿cuántas eran? Puah, si es que aquí somos unos paletos, sosio. Hay que modernizar esto, que después nos quejamos. Mira, sosio, el otro día vi un edificio de cristal en ….

Y cada cierto tiempo sufrimos el síndrome del cateto cordobés que excreta sus preocupaciones, ya con planos y todo, y hasta con infografías. Venga, vamos a medírnosla. Un metro más. Toma Jeroma pastillas de goma. Rafaé la tiene más larga.

En una provincia que todavía no ha completado el proceso de emigración del campo a la ciudad (aclaración: del campo a otra ciudad), no resulta extraño que el concepto modernidad esté estancado en el de hace unas décadas. Cuando muchos lugares se retuercen entre el ruido y el absurdo de las construcciones, aquí se toman como modelo, a pesar de que, paradójicamente, gracias a la pobreza, Córdoba ha permanecido al margen de ese urbanismo que prima la cantidad por encima de la calidad. Resulta curioso, la sociedad rural y estancada que tanto daño hace en cuestiones como el empleo o la cultura, ha creado hasta hace poco una protección contra el avance de esos rafaeles que esconden un miembro de 56 metros entre las piernas.

Pero como cuñados pobres, muchos rafaeles aspiran a lo que creen mejor, siempre más grande, más alto, más veloz. Sosio, el marío de mi hermana tiene un BMW que no veah, pero me gusta más este mersedeh que me voy a comprah. Para ellos modernidad se define en su diccionario como: Dícese de MÁS. Y más, y más, y más, y más y oh dios mío qué éxtasis-ríete-tú-de-Santa-Teresa.

Gracias a ello tenemos ese monumento al ruido llamado Plan Renfe, que se sostiene tan sólo por la comparación con las vías y descampados que había antes, o todos esos barrios de los últimos 12 años hasta ahora construidos en cauces de arroyos o demasiado cerca de ellos, resultado de utilizar “Puntos Elementales de la Ingeniería Romana” para calzar la mesa. La visión de la Sierra, ése sí un elemento escaso en cualquier capital del país, se está destrozando, e incluso en algunos detalles se muestra la ignorancia y la dejadez (la visión de la torre de la Mezquita al lado de la Facultad de Filosofía ha quedado tapada por una instalación permitida al hotel de El Churrasco).

Ya saben que es muy importante dotar de edificios modernos a nuestras aaaammmmplias avenidas. Sosio, el plan Renfe está presioso. Modernos aquí, que allá están caducados y acullá pertenecen a la arquitectura paleolítica. Está ciudad de políticos ignorantes, empresarios analfabetos y vecinopeñistas está ahogando a la otra ciudad de gente con talento e ideas. Lo importante es que Rafaé se desabroche la bragueta para mostrar su miembro de 56 metros (sosio, uno más que la Mezquita), sin importarle el ridículo de que un edificio de oficinas que no concuerda con el entorno estropee todavía más un paisaje maltratado. Con el complejo de inferioridad, el concepto de progreso se confunde con una erección. Eh alto de cohoneh, sosio. Y menos mal que murió Chillida y la posibilidad de incrustar El Cepillo de la Calina en el mismo muro del Alcázar.


P.D.- No estaría mal que con el debate sobre la altura de los edificios que se avecina se establezca otro sobre la altura intelectual de sus participantes.

jueves, agosto 31, 2006

Apuntes veraniegos (II)

UN ZOO MODERNO

El Ayuntamiento de Córdoba se ha propuesto poner en marcha un auténtico zoológico del siglo XXI. Para ello, y según un informe de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, los responsables del lugar tratan de convertirlo en un medio lo más parecido posible a la naturaleza. Según el texto, algunos de cuyos puntos se han publicado en los diarios de la ciudad, los sistemas de protección en los recintos de tigres, leones, osos o leopardos no impiden, o al menos no del todo, que tales criaturas se puedan escapar. La Junta ve en esto una deficiencia, sobre todo por razones políticas y con el objetivo de obstaculizar al gobierno de IU. Sin embargo, la caza de presas -ya sean otros animales del zoo, los cuidadores o los visitantes- supone un avance en cuanto a la preocupación ecológica que muestra el Ayuntamiento. El crecimiento de la población cordobesa permite además que se pueda prescindir periódicamente de parte de la ciudadanía debido a la acción de las fauces de felinos y plantígrados, puesto que cada vez llegan más inmigrantes que subsanan el envejecimiento de la urbe. De esta forma, y a efectos de protección del entorno y comunión con la verdura, la depredación en vivo está justificada y potencia una relación de equilibrio con otros seres, a los que sólo un antropocentrismo trasnochado puede colocar por debajo de los humanos en la cadena de la vida. Además, la falta de sistemas de control para prevenir las enfermedades que padecen los animales y que pueden transmitirse al hombre profundizan en la nueva forma de entender este tipo de recintos, donde todos podremos compartir ora una dentellada, ora una miaja de rabia con alguna simpática fiera.

CURAS SIN PARROQUIA

Mientras poco a poco el catolicismo va separándose del ámbito público y se queda en la práctica íntima en una sociedad laica y avanzada, hay otro tipo de religiones que permanecen en el oscurantismo. Sacerdotes ultra-conservadores como el Ratzinger cordobés José Manuel Mariscal, a la sazón secretario provincial del Partido Comunista Andaluz, insisten en igualar a una dictadura bananera y personalista como la cubana con las democracias occidentales. Por sus palabras los conoceréis: “el que Cuba no sea un sistema parlamentario institucional multipartidista al uso no quiere decir que no sea una democracia o con las dosis de democracia que se puedan dentro de las condiciones de la isla: un bloqueo de USA desde hace 40 años y una situación casi de guerra con ese país”. Entre esas declaraciones y, por ejemplo, los argumentos que emplean muchos de sus odiados americanos para justificar el creacionismo en contra de la evolución darwiniana hay tan sólo un pelo de separación, el de la punta de la barba de ese Fidel Castro que lleva oprimiendo a su pueblo varias décadas. Este tipo de comunistas critican las muestras de religiosidad popular pero colocan bajo palio a un tirano, algo que se hacía aquí literalmente con Franco. Pero ya saben que hay sátrapas militares que someten a su país durante 40 años y sátrapas militares que someten a su país durante 40 años. Si no encuentran las siete diferencias entre unos y otros es porque sólo hay una: la fe. El sacerdote Mariscal sigue teniendo fe en el gulag y las purgas. De poco sirve que la razón devaste en un minuto cualquier muestra de apoyo al régimen cubano, los borregos han nacido para balar. ¿No habrá sitio para ellos en el superzoo de Córdoba?: Comunistus irredentus, dícese de la especie antropomorfa y adepta a la falta de libertad que se alimenta de cualquier tipo de idea que obstaculice la democracia, regurgitándola en forma de excrementos que abonan el despotismo/ la otra cara de la misma moneda que el fascius recalcitrante. Échele de comer arvellanas.

miércoles, agosto 23, 2006

Guadalfour

La peregrinación a los grandes almacenes en ciudades más grandes y cercanas suele constituir uno de los rasgos comunes de las urbes más pequeñas y que atienden al calificativo de “de provincias”. Hace años, los cordobeses acudían prestos a la seductora llamada de El Corte Inglés o los Cortes Ingleses sevillanos, pues hay varios. Los cantos de sirena de sus estanterías variadas y repletas podían con la resistencia de cualquiera, incluso aunque aquí hubiese Corte Inglés o, antaño, Galerías Preciados. En cualquier caso no era suficiente para las necesidades del aborigen medio, que prefería ese surtido hispalense capaz de acabar con su sueldo en un fin de semana. Algo parecido sucede ahora con Ikea, tienda de muebles que hipnotiza al personal hasta el punto de agradecer a Suecia, de donde procede la empresa, que nos permita dejar que armemos en casa sus muebles desmontados, gracias a lo que se ejercitan las muñecas, las rodillas y la región lumbar con la saludable actividad del bricolaje. La obtención de una repisa más barata bien vale una vértebra, que al fin al cabo hay muchas y la vida está muy cara.

En “Deprovinciaslandia”, esas peregrinaciones al exterior se combinan con peregrinaciones interiores. Hipermercados y grandes almacenes reciben a los lugareños que acuden a ellos de forma masiva cada viernes por la tarde-noche y sábados, dedicando su tiempo de ocio a las caminatas entre las secciones de textil y bebidas, con carnes al fondo y la indispensable visita a televisión y ordenadores después de echar un vistazo a las bicicletas que eliminarán michelines y que jamás se comprarán.

En cierto modo, los habitantes de la Ciudad de las Tres Inculturas se dejan influir por las marcas y la publicidad en demasía, ninguneando las posibilidades que ofrece el proveedor de artículos por excelencia a su paso por Córdoba: el Guadalquivir. En su cauce podemos encontrar de todo, incluso cochecitos de bebé, a precios tan módicos como un leve remojón para sacarlo de su particular y húmeda estantería. Los caprichos de la corriente hacen que gran parte de este maravilloso catálogo se acumule en las cercanías de la Judería, y especialmente en la zona del Molino de Martos, con lo que la posibilidad de conseguir lo que se necesita para casa cuenta con el aliciente de la visita cultural, un motivo más para apoyar la candidatura del 2016, proyecto con el que El Perol Sideral se vuelca desde sus inicios.

Aunar la función de hipermercado natural con el reciclaje supone una oportunidad única que no debemos desaprovechar. Afortunadamente, y desde hace meses, tanto el Ayuntamiento de Córdoba como la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a través de la Subdelegación del Gobierno, se muestran en desacuerdo sobre quién tiene que limpiar el cauce del río, por lo que los cordobeses todavía pueden disfrutar de este gran almacén acuático. Por una vez hemos de felicitarnos por tal retraso, que permite hasta nuevo aviso que cualquier persona acuda a la orilla y consiga una lavadora o un tresillo, y quién sabe qué maravillas habrá en oferta si se dispone de traje de buzo. Lamentablemente, nuestros dirigentes, y después de discusiones de años, terminarán con el Guadalfour, acto desconsiderado que refleja a las claras en manos de quién estamos.

miércoles, julio 19, 2006

Apuntes veraniegos

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS

Hace unos días, durante una conferencia en El Escorial, la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, calificaba como excelente la respuesta que los cordobeses dan a los presupuestos participativos. Una vez más, la regidora destacaba con intenciones promocionales aquellos aspectos por los que la Ciudad de las Tres Inculturas puede y debe convertirse en un ejemplo de la democracia hecha por la ciudadanía. Desde su puesta en marcha hace unos años, los presupuestos participativos han tenido un éxito sin precedentes. Pocas medidas han despertado tanto entusiasmo colectivo. Sin embargo, Aguilar pasaba por alto en esa conferencia los principales problemas que afectan al proyecto y las posibles soluciones:

a) Las colas.- Los presupuestos participativos se desarrollan mediante diversas reuniones en cada barrio. La expectación es de tal calibre que cualquier cordobés ha asistido a las larguísimas colas que se forman, muchas de ellas dan la vuelta a la manzana y en algunos casos han llegado a unirse las de un extremo de la ciudad con las del otro, creando auténticos problemas de tráfico en incluso pequeños amagos de algaradas. Debido a ello, miles y miles de personas se quedan sistemáticamente sin poder participar.

b) Los lugares.- Los sitios donde se desarrollan las reuniones no están preparados para alojar a tal muchedumbre. Multitud de centros cívicos y salas de barrio se quedan en nada ante la impresionante concurrencia. Gente que rebosa y cae por las ventanas o personas enganchadas al ventilador del techo como único espacio libre y más tarde proyectadas por la fuerza de las hélices han protagonizado algún suceso desagradable que podía haber terminado en accidente grave. El resto de participantes debe sufrir grandes esperas como sardinas en lata.

Esperemos que se corrija todo esto y los presupuestos participativos continúen teniendo una respuesta masiva.

ALTAS TEMPERATURAS

Desde hace décadas, el centralismo sevillano, como cualquier cordobés de bien sabe, premia a la ciudad hispalense con las temperaturas más altas. Si se llega aquí a 41, los informativos territoriales y los de Canal Sur, claramente manipulados en este aspecto, le darán 42 a Sevilla. Hace mucho que las instituciones cordobesas decidieron apoyar las cifras del paro, donde a veces hemos llegado a superar a Cádiz. Gracias a ello, Córdoba sale frecuentemente en los informativos como caballo ganador en algo, aunque sea por una nariz, en este caso alguna décima. Si la administración se vuelca para que seamos los mejores en desempleo, ¿por qué no apostar también por el calor, otro dato aparentemente negativo pero que bien saben las autoridades que tiene, como el mencionado paro, un grandísimo valor publicitario? En vez de eso colocan toldos en el centro y hacen peatonales algunas calles, con lo que la temperatura media se resiente al carecer las aceras y el asfalto de las caricias del sol y las ruedas respectivamente. Si se trabaja por aumentar el paro un poco más y también esa temperatura media, Córdoba conseguirá una promoción constante en los medios de comunicación de cara al 2016. Y lo mismo se puede decir de la corrupción urbanística. Pero aquí ni chicha ni limoná, siempre un poco por debajo en materia de paro, y lo mismo en cuanto a temperaturas y corruptelas. Cuándo aprenderemos a abandonar los complejos y el senequismo rampante para dar a España lo mejor de nosotros.

FONGOROLA'S GATE

Desde que se detuvo a Rafael Gómez por su presunta participación en la trama marbellí, se han producido extraños sucesos en Fuengirola, alias Fongorola. Allí, en una plaza de Los Boliches, está situada la estatua de San Rafael con el rostro de Gómez. Al parecer, y debido a los recientes acontecimientos, dicha estatua derrama lágrimas en ocasiones, lo que en la jerga de los milagros y exorcismos se conoce como estigma lacrimal. Algunos lugareños aseguran que en las noches de luna nueva la cabeza gira 360 grados a razón de 60 revoluciones por minuto mientras una voz tenebrosa espeta en latín, mas con acento cordobés, “mirinda piedra lenociniforme non Marbelli colocae” (no he puesto ni un puto ladrillo en Marbella). Estas manifestaciones suelen estar precedidas por el desfile de una santa compaña compuesta por raspas de sardinas en espeto. Aquel que ve a la compaña de pescado azul está condenado a vagar en hidropedal eternamente con un sombrero de paja y una tenebrosa mariconera.

EL TAMAÑO IMPORTA

Los problemas de altura continúan en la capital. Primero con la Torre Prasa, ahora con El Corte Inglés. Hace años eran otros edificios. El problema no está en los proyectos, que al final no son sino ropajes de esta urbe histórica. Es la propia vida la que ensancha, expande la ciudad, la hace crecer. En las casas, los progenitores señalan en una pared la evolución de las alturas de sus pequeños con un lápiz y guiados por un metro. Esas marcas resultan muy entrañables cuando esos pequeños ya crecidos rememoran a sus padres justo antes de abandonarlos en una gasolinera. Ante las dificultades burocráticas con las que se encuentran nuestros responsables de urbanismo de las diversas instituciones, y que a la postre desembocan en acusaciones diversas y un quítame allá esos epígrafes, sería conveniente que volviesen a los métodos tradicionales. Cada tantas semanas, el concejal de Urbanismo, el responsable de Obras Públicas de la Junta y otro del Ministerio de lo que sea, se van con su metro y su lápiz y van midiendo a la ciudad, que después pasa lo que pasa y vienen los despistes, las comisiones, los retranqueos al por mayor y las modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana cuando el límite de pasta tiende a infinito.

jueves, junio 15, 2006

Rafaélix

Oculta su rostro tras unas gafas con narizota y bigote de Groucho Marx compradas en Fidela. Quiere permanecer en el anonimato. Tiene miedo. Como los irreductibles galos de Goscinny y Uderzo es el último de una estirpe de resistentes. Por eso le llamaremos con el nombre supuesto de Rafaélix. No le protege ninguna poción mágica, sino el coraje. Desde hace 7 años, la política de ósculos populares de la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, la ha llevado a besar a toda la población cordobesa –estática o en movimiento- con edad superior a los 65 años o inferior a los 13. Los achaques propios de la vejez y la tendencia de los ancianos a la melancolía los convierten en presas fáciles para los labios consistoriales a causa de su lentitud, falta de reflejos y cierta añoranza del cariño familiar y el fuego de la chimenea. Los niños, de suyo revoltosos e inquietos, suelen situarse en posición de ofrenda por los padres, deseosos en virtud de ancestrales supersticiones de que ese roce del poderoso se traduzca en fortuna. Todos los mayores y todos los infantes cordobeses, gracias a los numerosos actos en los que participa la regidora, han recibido su beso, ¿todos?... no. Rafaélix ha conseguido escabullirse en numerosas ocasiones y se ha convertido en la pieza más preciada para Aguilar. El Perol Sideral ha conseguido localizar a este niño de 12 años y lo entrevista en exclusiva:

EL PEROL SIDERAL: ¿Cuándo empezó todo? ¿Cuándo intentó la alcaldesa besarte por primera vez?

RAFAÉLIX: Pues hará unos tres años. Yo estaba jugando en un parque nuevo que habían puesto en mi barrio. Esa señora vino a inaugurarlo y empezó a besar a todo el mundo. Yo no quería y aparté la cara.

P.S: ¿Y tus padres que decían?

R: No decían nada, no estaban. Estaba yo jugando. Vino para mí y quité la cara.

P.S: ¿Y qué pasaba con los otros niños?

R: Pues nada. Los besaba porque los ponían sus padres.

P.S: ¿Y qué hiciste después?

R: Pues ella lo intentó varias veces pero la esquivé, huí por debajo de sus piernas y desde lejos le hice una burla.

P.S: ¿Qué ocurrió a partir de entonces?

R: Pues volvió una semana después al otro lado del barrio. Para poner la primera piedra o nosequé de otro parque. Y me vio y trató de darme un beso en la mejilla, como al resto de niños. Yo iba esta vez con mis padres porque pasábamos por allí, pero no me pusieron en fila como los de los demás.

P.S: ¿Son tus padres del PP?

R: No, tienen una tienda de ropa en el barrio.

P.S: ¿Y qué hizo ella?

R: Me sonrió de una forma muy rara.

P.S: ¿Cómo siguieron los acontecimientos?

R: Pues volvió al barrio a la semana siguiente. Decía que a poner la segunda piedra. En el mismo parque. Yo estaba cerca jugando al fútbol y se le hicieron los ojos chiribitas al verme. Pero dejé el balón y salí corriendo.

P.S: ¿Y luego?

R: Vino a la semana siguiente. Por la tercera piedra. Ahí ya me olía yo algo. Y otra vez todos los viejos y los niños puestos ahí. Me acerqué porque con aquella edad que tenía me superaba la natural curiosidad infantil [en algunos pasajes se percibe la madurez de Rafaélix en el lenguaje que emplea, resultado de sus intensas vivencias]. En cuanto me vio intentó darme un beso en la mejilla. Le dije que no y se cortó un poco. Me acarició la cabeza ante una cámara de televisión que había por allí y lo intentó de nuevo. Me aparté y me fui, aunque trató de hacerme venir diciendo cosas simpáticas. Pero yo pasaba.

El relato de Rafaélix se vuelve dramático por momentos. A la cuarta, quinta y sexta piedras, todas con resultado fallido para la alcaldesa, Rosa Aguilar manda una carta al colegio del niño para que hagan una visita concertada al Ayuntamiento. Allí se produce un nuevo intento, infructuoso a la postre porque el pequeño se esconde detrás de la estatua de Séneca. El asunto parece calmarse, pero medio año después, durante una actividad de promoción de los museos, la alcaldesa hace acto de presencia coincidiendo con la visita de la escuela de Rafaélix. De nuevo la historia salva al rebelde, que se camufla bajo los faldones del muñeco de Averroes en el museo de las Tres Inculturas, situado en la torre de la Calahorra.

A partir de ahí vuelve el acoso. El equipo de gobierno de Rosa Aguilar tiene que conseguir como sea el preciado beso. Al menos una docena de tentativas hasta hoy. Algunas llamativas, como cuando la alcaldesa trata de colarse en su habitación descolgándose por la azotea, ayudada por su grupo de asesores de escalada, pero se equivoca de piso y besa a un pequeño y mediano comerciante que se encontraba a esas horas de la madrugada en la fase R.E.M del sueño. O cuando la regidora, agazapada en un contenedor soterrado de la Judería, asió por los tobillos a Rafaélix mientras iba con sus tíos a ver la Mezquita. “Ahí reconozco que le metí una colleja, pero es que me subía ya por la pernera del pantalón con los morritos puestos. Esa señora es agilísima”.

La más reciente se produjo a principios de abril, cuando, creyendo erróneamente que los padres del niño tienen el carnet del PP y de ahí la actitud apartadiza del joven, se disfrazó de María Jesús Botella, que actualmente ocupa el cargo de hermana de la mujer de Aznar en Parlamento de Andalucía y que ha estado vinculada a Córdoba mucho tiempo, ocupando el mismo cargo en diversos sitios. Ataviada con un traje de Roberto Torreta y con dentadura postiza de Fidela (tienda que patrocina este escrito), Aguilar casi consigue su propósito: “vino hacia mí con un banderín con una gaviota y caramelos, pero no hice caso porque ya soy muy grande para eso; cuando estaba cerca me di cuenta de todo porque se le cayeron los dientes de plástico y en seguida se lanzaron a por ellos varias personas” [en este pasaje se refiere al grupo de asesores recoge-adminículos].

El PEROL SIDERAL: Rafaélix, ¿qué te dicen tus padres?

RAFAÉLIX: En realidad no conocen la gravedad del asunto. Es algo a lo que quiero enfrentarme yo sólo.

P.S: Cumples 13 años a finales de mayo de 2007, lo que te convierte en la mejilla más buscada por la alcaldesa, ya que tu cumpleaños casi coincide con las fechas normalmente escogidas para la elecciones. ¿Eres consciente de ello?

R: Sí, pero no voy a poner la mejilla. Ni mucho menos la otra mejilla.

P.S: ¿Qué piensas hacer?

R: Resistir.

Dejamos a este valiente niño en el zoológico. Nos hemos colado aprovechando los movimientos de los muchachos de una de las escuelas-taller que por cuatro duros están terminando de remodelar las instalaciones. Es el pago a la concesión de la entrevista. Rafaélix quiere estar solo y lo dejamos junto al recinto de la elefanta. Ha cambiado las gafas de broma por una careta de Spiderman con la intención de pasar desapercibido. Le deseamos suerte. Nos volvemos en la lejanía para ver de nuevo a este símbolo del anti-senequismo. Entonces percibimos a una figura enjuta, que se acerca por su espalda vestida con la bata de los veterinarios que están por venir. El pequeño se da cuenta, lanza una patada a la espinilla de la agresora, que ha tratado de darle un beso en la mejilla, y sale corriendo. Sonreímos. En ese momento llega el grupo de asesores de lesiones, camilla y tentetieso.

miércoles, junio 07, 2006

Fetichismo a la cordobesa

La detención hace unas semanas de un fetichista que lamía los zapatos de las mujeres que viajaban en el metro de Nueva York ha conseguido generar cierta angustia en algunos sectores de Córdoba. En este mundo globalizado, y como indican los principios del efecto mariposa, la acción de la lengua de un negro de Manhattan en los pies femeninos se puede convertir en una ola de pánico en, por ejemplo, la Ciudad de las Tres Inculturas.

Este muchacho amigo del calzado y el tacón de aguja se enfrenta a un año de prisión. Si hemos visto como multitud de modas americanas y diversas tendencias sociales llegaban y colonizaban irremediablemente Europa (e incluso España), ¿qué ocurrirá –se preguntan algunos cordobeses- si esos pérfidos imperialistas exportan el hábito de meter en la cárcel a todos aquellos que gozan al acariciar con sus papilas gustativas el empeine ajeno previa postración?

Tan suculento como el arroz de un perol, el tarso y metatarso -esa delicia que hay entre el tobillo y el principio de los dedos- ha alcanzado para algunos en las últimas semanas la categoría de manjar, ríase usted de la deconstrucción del flamenquín.

Primero los gourmets de la Asociación de Amigos de Cajasur y después parte de los catadores-trabajadores de San Rafael Gómez han organizado las I Jornadas de Lamebotas Córdoba 2016. El sabor fuerte aunque exquisito de las botas, botines, zapatos y alpargatas de Gómez afectó al estómago de los gourmets cajasureños, acostumbrados a la digestión más suave del leve repaso labial a la mano de sacerdote. Sin embargo los catadores han demostrado que no hay que temer a la nueva cocina ni a quien cuece –y se enriquece- en ella.

Ahora la noticia neoyorquina les hace temer sobre la legalidad de este acontecimiento gastronómico que prevé tener cierta periodicidad. La situación resulta prácticamente inversa. El fetichista del metro lamió a 70 mujeres, mientras que aquí cienes lamen el mismo par de zapatos, y además en honor de la cultura tradicional, aunque sea del pelotazo.

No seamos alarmistas. Las inminentes jornadas de lamebotas que se avecinan son lícitas y pueden completarse con los nuevos proyectos de sus organizadores, como la convalidación de créditos para los universitarios, especialmente para aquellos que estudien Servidumbre I y II, Iniciación al Jincamiento de Mocho, Arrastramiento Sinuoso IV, Abanicamiento de Patrón con Pay Pay, Beso Negro Social I y II, Sibwanismo Avanzado y Recepción de Miembro por Retaguardia I, II y III.*



*El Perol Sideral contribuye así al implacable acoso que sufre en estos momentos Rafael Gómez.

sábado, mayo 20, 2006

Adelanto de la parrilla televisiva de junio

Programación prevista para todo el mes de junio en Tele Medina Azahara, Onda Tendillas y Judería Televisión:

6:00.- Maitines, con Rafael Gómez. Rafael Gómez realiza sus abluciones y enseña pequeños trucos sobre la higiene masculina, como afeites o peinado.

7:00.- En forma con Rafael Gómez. Caminar es salud. Rafael Gómez anda rápido en un circuito de footing.

8:30.- Los desayunos de Rafael Gómez. Rafael Gómez desayuna churros con diversas personalidades de Córdoba, manteniendo una tertulia seria en ocasiones, jocosa en otras.

9: 30.- Al trabajo con Rafael Gómez. Las artes del empresario narradas por los principales expertos de Arenal 2000.

11:30.- Avace Informativo Diariogómez, con Rafael Gómez. Presenta Rafael Gómez. Los deportes con Rafael Gómez. Rafael Gómez nos cuenta qué tiempo hará el resto de la jornada.

11:35.- Plantagómez. Con Rafael Gómez. Como cuidar las macetas de los balcones, tanto en viviendas de protección oficial como de precio libre.

12:00.- Los trucos de la abuela de Rafael Gómez. Rafael Gómez se retrotrae a su infancia con la ayuda de un hipnotizador, contándonos los trucos domésticos que empleaba su abuela.

13:00.- El fogón de Rafael Gómez. Rafael Gómez cocina platos tradicionales cordobeses.

14:00.- El Príncipe de Cañero. Telecomedia protagonizada por Rafael Gómez y su familia. Esta entrañable familia cordobesa adopta a un joven negro de Filadelfia, lo que da lugar a situaciones hilarantes en las que no falta cierta crítica social.

14:30.- Diariogómez, con Rafael Gómez. Presenta Rafael Gómez. Los deportes con Rafael Gómez. Rafael Gómez nos cuenta qué tiempo hará el resto de la jornada.

15: 30.- Los documentales de Rafael Gómez. Rafael Gómez, solo y con un machete, se adentra en la sierra cordobesa con la intención de observar a las manadas de suelos rústicos y no urbanizables que campan a sus anchas por el sotobosque.

17:00.- Gómezcadabra. Rafael Gómez analiza una expresión propiamente cordobesa, desde “sosio” a “farfollah”.

18:00.- La mesa camilla. Programa del corazón presentado por Rafael Gómez y su familia, donde exponen los últimos entresijos de sus primos hermanos, concuñados y adláteres.

19:30.- Dóricojonicoycorintio.com. Programa sobre decoración. Rafael Gómez se acerca a las últimas tendencias del interiorismo. Cómo combinar la gitana y el torito con un pequeño busto de mármol con la cara del padre de familia encima del televisor de plasma.

20:30.- Los Faletillos. Marionetas inspiradas en Rafael Gómez incitan a los niños a irse a la cama con alegres cancioncillas y algunas escenas cómicas.

21:00.- Diariogómez, con Rafael Gómez. Presenta Rafael Gómez. Los deportes con Rafael Gómez. Rafael Gómez nos cuenta qué tiempo hará el resto de la jornada.

22:00.- C.S.I. (Constructores Sin Inhibiciones). Serie de ficción protagonizada por Rafael Gómez y su equipo de investigación, que se dedica a estudiar los cadáveres de la jurisprudencia para tratar de adelantarse a la legislación vigente.

23:30.- El Salmorejo, con Rafael Gómez. Programa miscelánea de variedades.

00:30.- Testimonio, con Rafael Gómez. Rafael Gómez habla sobre cuestiones metafísicas y espirituales, como el purgatorio y el escaso valor del dinero.

1:30.- La hora Xómez. Programa X. Rafael Gómez muestra su hercúleo cipote, que resulta lamido con avidez por diversos políticos y empresarios.

2:30.- Teletienda con Rafael Gómez. Rafael Gómez muestra diversos artículos, como el juego de cuchillos que no corta ladrillos.

jueves, mayo 04, 2006

El Hombre-Río

Todas las ciudades tienen sus superhéroes. Gotham a Batman, Metrópolis a Supermán, Nueva York a Spiderman. Seres malos malísimos justifican que estos paranoicos se pongan un esquijama y salgan a la calle a desfacer entuertos. En caso contrario, el Joker, Lex Luthor o el Doctor Octopus camparían a sus anchas por las avenidas pellizcando a las inocentes damiselas, robando el bolso de las ancianas o quitándole el bocadillo a los colegiales. Se trata, como vemos, de peligros tradicionales, sustos del antiguo régimen, miedos del siglo XX.

Una ciudad avanzada como Córdoba, hermanada además con las urbes más modernas del mundo y abanderadas de las libertades, como La Habana, Fez y cuatro o cinco de países acabados en tán, crea una sinergía universal urbana que provoca grandes progresos por contagio en todas ellas, pero también una corriente de atracción de peligros. Cada vez que surge una mirada al futuro nace también su antagonista y destructor.

De esta manera, la Ciudad de las Tres Inculturas se ha visto poco a poco rodeada de depredadores. El Doctor Parcelero no ha terminado de invadir la zona más bella de la sierra con su escroto elástico cuando Mr. Peña atrae con sus castañuelas y a igual que ratas a miles de coros rocieros que impiden crecer la hierba allá por donde pisan (de ahí que los jardines tengan tanto cemento). Cordobita Man deja pringado el asfalto con fijador, la Patrulla Botellón de orines las aceras, el Constructor Enmascarado tapa los huecos no ensuciados por los anteriores con pisos de cartón-piedra e hipoteca a 100 años. El Joyero Saltarín azota a sus cohortes de jóvenes con contratos precarios mientras la Maqueta Mutante crea proyectos irrealizables mediante continuas metamorfosis. Allí el Automovilista Loco produce atascos, allá el Funcionario Invisible roba de las arcas públicas, acullá el Periodista Galáctico lame los agujeros negros más importantes con su lengua gigantesca. Si el Merodeador Cofrade saca en procesión a Nuestra Señora de la Indolencia y el Sagrado Cristo de la Desidia en una punta, en la otra el Concejal-Cosa lanza rayos clientelares con su pistola amiguista y su escopeta de comisiones. El Increíble Cura Creciente, el Terrateniente de Acero y el Hombre-Paro están siempre al acecho.

Tales supervillanos del siglo XXI requieren superhéroes del siglo XXI. Valiente como todas las estatuas de corcho, el Hombre-Río ha sido el primer héroe en enfrentarse abiertamente a tantos enemigos. Desde su base central del Guadalquivir ha mirado al puente de hojalata oxidada que une las dos orillas del despropósito. Eso ha bastado. Una ola de imaginación ha sentado de culo a los malos. Cierto, después se han levantado, han pateado el correspondiente al Hombre-Río y lo han dejado fuera de combate mediante una táctica envolvente de alabanzas oficiales, con lo que sus dos autores, esos Koji Kabutos del arte gamberro, se debaten ahora en el enorme puño del Coloso Subvencionador, que cada vez aprieta más. Perecerán asfixiados, pero dejan ahí ese primer gesto de ímpetu creativo, la esperanza de que el escuadrón de mediocres puede hincar la rodilla de vez en cuando gracias a nuevas técnicas de combate.

Soterrados, como los contenedores del casco histórico, un grupo de vengadores espera en silencio. La abundancia de flamenkynita (kryptonita autóctona) los mantiene a raya. ¿Serán capaces de encontrar un esquijama de su talla y limpiar la ciudad de apandadores? Lo veremos en los próximos episodios de esta trepidante serie: 2016, una Odisea Verbenera.

miércoles, febrero 22, 2006

Sinsiti

Entre sinsiti y gotansiti, con ese de seseo y acento cordobés, se mueve desde hace semanas la Ciudad de las Tres Inculturas, remedando por una parte a la urbe del cómic de Fran Miller, donde bellísimas prostitutas perpetuaban su especie, y por otra a la del hombre murciélago, reclamado desde el cielo por la luz que emite un foco con su distintivo.

Las noches de Córdoba tienen ya esa luz que cruza el firmamento, pero la discreción no permite insignia alguna. Y esa luz no llama a los superhéroes, sino que hace un guiño a la gastronomía local, concretamente al flamenquín, convertido en este caso en símbolo fálico presto a levantarse hasta tocar las nubes.

El arcángel de día deja paso a sátiros e íncubos más tarde. Don Carnal ha lanzado una Opa contra Doña Cuaresma. Príapo busca piso de protección oficial para quedarse. En el teatrillo de la paradoja, las beatas se retiran al atardecer y dan paso a las mulatas. Donde convivieron y se mataron judíos, moros y cristianos, conviven y se matan a polvos (de los que sólo traen lodos si se entera la esposa) razas de todo tipo.

Y ahí sigue el aviso cada noche, desafiando a la ordenanza municipal contra la contaminación lumínica que nació muerta hace años. La luz del pecado hace mirar hacia arriba a novios, maridos y amantes. En los chinos se disparan las ventas de amasadores de pan para esperarlos cuando introduzcan de madrugada la llave en la puerta de casa.

Esta Córdoba de contrastes se vuelve pintoresca, a ratos naïf, a ratos surrealista, y entre medias se dan la mano la verbena y la iglesia, haciendo una sillita de la reina donde se sienta un peñista.

Cambian las modas, los usos y las costumbres. Los confesionarios se quedan vacíos y los curas van al paro. Sacerdotisas paganas ponen ahora las penitencias. Otro tipo de establecimientos semejantes –en Capitulares, San Felipe o Plaza de Colón- piensan ya en promocionarse así. Un concejal con potentes linternas y ataviado con un insinuante corpiño imita desde céntricas azoteas la luminaria de la perdición, a la espera de que el Consistorio cuente con presupuesto para colocar a un funcionario en ese trabajo. Queda poco más de un año para las elecciones y hay que hacer lo que haya que hacer.

Entre tanto, las aves migratorias acaban en Vladivostok cuando iban para Pernambuco por la acción de ese foco de Luz Bel. Pronto los ecologistas montarán en cólera en contra del consumo de carne con tanga y las institutrices de los institutos de la mujer pondrán el grito en ese cielo de tebeo que tenemos toda la semana. Mientras, disfrutemos de la estampa cómica del perfil de Córdoba desde el Puente Romano, lamido por esa lengua lasciva que sale de la boca de cierto polígono industrial.

lunes, enero 16, 2006

Divulgación urbanística

En demasiadas ocasiones se oyen voces que protestan por la lentitud de las obras que se proyectan en Córdoba. La plebe, siempre inquieta, se aburre del pan y circo y pretende que los edificios que harán de esta ciudad de la Tres Inculturas un modelo para el siglo XXI estén listos en un santiamén. Todo eso lleva un proceso que equivale al refrán “vísteme despacio que tengo prisa”. Los cimientos del futuro hay que hacerlos de una manera consecuente y profesional. Esa aparente lentitud tan sólo significa que se están haciendo las cosas bien, de forma progresiva y, en sintonía con otro tópico, sin pausa pero sin prisa. Comprendemos que algunos términos de la burocracia puedan escapárseles al populacho cordobés, semi-analfabeto en su mayoría e incapaz de entender que el tiempo se manifiesta de diversas formas y que, por ejemplo, la cronología de las eras ha de medirse con parámetros diferentes al día a día. Por ello, y dentro de los principios pedagógicos que sostienen El Perol Sideral desde su nacimiento, hemos tratado en el siguiente artículo de hacer divulgación urbanística, explicando de forma clara y concisa cómo se desarrolla un gran proyecto, para lo que hemos escogido al Palacio del Sur, que es muy bonito. Así esperamos que el pueblo llano, estulto y lleno de prejuicios, aprenda por fin los rudimentos del proceso de construcción de una urbe moderna.

El Palacio del Sur es un edificio que se dedicará a los congresos y a la hostelería al otro lado del Guadalquivir, allí donde el río pierde su nombre. Una vez el Ayuntamiento decide hacer tal edificio, pone en marcha un concurso. A dicho concurso se presentan los arquitectos que quieren hacerlo previo pago, por lo que confeccionan una serie de planos y maquetas. Por otra parte están los terrenos donde se ubicará, que requieren de un informe técnico y de una licitación para el concurso de la empresa que hará el edificio según un pliego de condiciones. Arquitectos y promotoras, como aceite y agua, están en el mismo vaso pero no se juntan, y los informes –al principio no vinculantes- van cada uno por su lado.

Una vez presentadas las maquetas, y mediante el sistema de jurado, se escoge al proyecto ganador, en este caso el de un holandés llamado Rem Koolhas. El proyecto ganador no tiene que ajustarse a lo que se hará, ya que el autor puede modificarlo hasta hacer lo contrario que presentó, acción que se conoce como creatividad. Por otra parte, la promotora a estas alturas ya está escogida y licitada, por lo que puede pasar por la pre-aprobación del estudio-detalle.

En este momento del proceso, el arquitecto está en su casa. El estudio-detalle desemboca, si todos los detalles están como debieren y no hay un informe –ya sí vinculante- que lo impida, en una aprobación provisional de acuerdo al PERI y al PAU, que siempre están ajustados al PGOU salvo que éste no tenga una innovación, ya que en ese caso la vinculación obedecería a una decisión de la junta rectora extraordinaria.

El concepto de IVA se sigue desarrollando de la manera habitual, con alegaciones de la junta rectora ordinaria. Si el informe es satisfactorio se presenta a la comisión técnica, que debe certificar su autenticidad a través de una vinculación directa que haya sido primero pre-aprobada y luego corroborada por la junta motora. A la vez, el proyecto ganador se coadyuva, por lo que también se licita en el PERI, aunque no en el PAU. La implementación y proactivación en el PAU se realiza según un pliego de informes que vinculan a ambos a través de una cesión de suelo. Tras esta cesión, la junta de gobierno coadyuva todo. Este quizá sea el momento más delicado.

Posteriormente el arquitecto también cede terreno, previamente aprobado, que tiene que estar vetado por un jurado técnico, cuyas decisiones no son vinculantes. Cedido ya, se pasa al estudio a dos niveles con retranqueo, siempre en el mismo tramo. Llega a continuación el texto refundido, que resulta del anterior informe, quedando todo listo para su paso por la junta voladora y la sociedad de naciones.

En ese momento están todos: el arquitecto, el PAU, el Chuli, el Cabra, el PERI, la promotora, las diversas secciones para los planes especiales y los técnicos de licitación vinculante. A mano alzada realizan otro estudio-detalle y una cesión de suelo definitiva con el objetivo de desatrancar el retranqueo, que pasa de coadyuvar a proactivar, y no implementa porque no quiere. Finalmente, y tras su paso por la junta plenaria, compuesta por los comisionados de los partidos y un prefecto, se nombra a los compromisarios de cuya decisión depende el dar luz verde al proyecto. Tras la reunión de los compromisarios con el superintendente temporal y el mariscal de campo in pectore sale el informe definitivo, totalmente ad hoc, alea jacta est y cedido, así como la primera piedra, que viene en el mismo paquete de medidas.

Todos estos pasos son necesarios para evitar los estorbos administrativos y fomentar la transparencia, excelencia y celeridad en los proyectos. Con esta explicación confiamos en que las clases menos ilustradas de la ciudad comprendan cómo se gesta la renovación de Córdoba y por qué no se pueden hacer las cosas deprisa y corriendo.