Vestido con chaleco y pantalón cienbolsillos, botas de explorador con fango artificial (para dar ambiente), y provisto tanto de catalejo como de lupa de entomólogo, he pasado horas y horas viendo esas teletiendas conocidas como informativos locales. Allí viven multitud de especies, desde el locutor con problemas de vocalización hasta el ministro de visita. Este estudio se centra en un animal (político) en concreto, la alcaldesa de Córdoba (tria inculturi lenocini domus dux) y especialmente en un aspecto: los aspavientos consistoriales.
Como aspaviento consistorial consideramos todo gesto realizado ante las cámaras que tiene por objeto transmitir un mensaje no verbal. En los últimos años, Rosa Aguilar ha desarrollado un vocabulario propio mediante el uso de varias carantoñas, unas sencillas, complejísimas otras, asombrosas las más. No son pocos los cordobeses que en algún momento hemos temido por la vida de la dirigente, que en ocasiones ha desencajado tanto su rictus que podría haberse hecho pupa en grado sumo o incluso ser víctima del siempre acechante y paralizador aire. Tal dominio en el manejo de los músculos occipitofrontales, temporoparietales, auriculares, orbiculares, depresores de las cejas, superciliares, prócer, nasales, depresor del tabique, buccinador, depresores y elevadores del labio, transversal del mentón, depresor del ángulo de la boca, risorio, elevador del ángulo de la boca, cigomático mayor, cigomático menor y platisma, ha permitido que la alcaldesa pueda moverse en el mundo de las relaciones públicas con singular destreza, siendo capaz de sonreír ante los focos y flashes en todo momento.
Sin embargo, este estudio ha hallado una característica básica del cuantioso abanico gestual: el fingimiento. En efecto, las cucamonas se visten de seda, y tras su apariencia amable escóndese (y adopto aquí el castellano antiguo por la solemnidad del momento) la intención contraria. O sea, que la bilis enmascárase (no ha acabado la solemnidad) de garatusa.
Sería bastante arduo explicarles todo esto de una forma comprensible, primero por la profundidad científica de la investigación, segundo por las evidentes limitaciones formativas de la mayoría de los lectores de El Perol Sideral (seguro que usted, so listo, ya se ha colocado en la minoría ilustrada que he dejado intuir); no obstante realizaré un esfuerzo divulgativo. Tras la explicación del gesto y del mensaje superficial en negrita transcribiré el auténtico en cursiva.
BREVE DICCIONARIO CARETO DE LA ALCALDESA-ESPAÑOL/ESPAÑOL-CARETO DE LA ALCALDESA
I) Fruncimiento de la nariz a intervalos.- Rosa Aguilar arruga la piel nasal ante la visión de una cámara a intervalos de tres segundos. Qué satisfacción por encontrarme aquí. Vamos a ver sin nos quitamos de en medio prontito.
II) Fruncimiento de la nariz con muestra de colmillos.- Es el escalón siguiente al anterior gesto. En esta ocasión, Rosa Aguilar alza más el labio superior, dejando entrever los incisivos. Qué satisfacción tan honda por encontrarme aquí. Vamos a ver qué gilipolleces preguntan éstos del micrófono y las grabadoras.
III) Colmillos locos.- Un escalón más. La alcaldesa practica una mueca parecida al gesto de apretar para que un cuerpo humano evacue, aunque el concurso de los pómulos suaviza el efecto y ninguno de sus 778 asesores de prensa tiene que ir a por el Colhogar. Se produce cuando tiene dos frentes abiertos: delante de ella a las cámaras y a algún prohombre a su lado. Mejor que aquí no estaría en ningún sitio. Cómo incomoden al comparsa de mi derecha me cago en sus putos muertos.
IV) Multiplicación de colmillos.- Como la de los panes y los peces. Rosa Aguilar crea el efecto de poseer cuatro o cinco pares de colmillos cuando está rodeada de prohombres en una presentación. El labio superior sube y baja a velocidad de vértigo, las arrugas de su nariz se asemejan a las de un perro salchicha en la actitud previa al ataque (los perros salchicha también atacan). Si los prohombres están relacionados con la alta nobleza pueden observarse hasta 20 colmillos en un buen día. Estallo de placer. La más mínima tontería que haga que esto salga mal y me cago en la madre que os parió, desgraciados, que sois unos desgraciados.
V) Cara de tristeza.- Es el conjunto de gestos utilizados en funerales y situaciones relacionadas con la violencia a las mujeres. Ojos cabizbajos, mofletes caídos cual perro pachón (que no salchicha), voz gutural. Qué tristeza tan intensa. A ver si termina esto, que mi laringe se resiente al forzar la voz y luego no puedo pegarles gritos a mis asesores.
VI) Cara de libertad.- Cuando un grupo de personas protesta ante la alcaldesa, bien en un pleno del Ayuntamiento, bien en la calle, Aguilar estira ligeramente el cuello, mira a los protestones, deja caer la mirada, los mira de nuevo y hace un conato de gesto I (ver I), empezando el discurso con una voz gutural semejante a la del gesto V (ver V). Aquí podemos estar todos, aunque tengamos opiniones enfrentadas, es la grandeza de la democracia. Si por mí fuera os cogía y os cortaba los cojones.
VII) Encogimiento de hombros.- La alcaldesa encoge los hombros y estira el cuello. Un gesto clásico muy usado en cualquier circunstancia antes de empezar a hablar. Este mensaje que voy a dar a la ciudadanía requiere seriedad por su importancia. Venga, sigamos con las tonterías cotidianas.
VIII) Catapulta de ojos.- Rosa Aguilar saca los ojos de sus órbitas para llamar la atención de algún asesor o indicarle a los cámaras oficiales que la enfoquen en derredor. Mira, querido colaborador, a ver si puedes… Acabas de cagarla y yo sí que me cago en tu nación, ni una más, cabestro.
El intenso trabajo de campo realizado me ha impedido llegar más allá por falta de fondos. Se agradece cualquier aportación en metálico para continuar estas traducciones y completar el diccionario. Muchas gracias de antemano.
8 Comments:
Pues a mí éste me gustó mucho, muchísimo, dr. Perol, contigo en la distancia
Una pregunta malintencionada. ¿Cuándo va a salir la alcaldesa del armario?
Fdo: Jorge Javier Vázquez.
Que me llame por favor y la sacamos en el Tomate.
A Elena Lázaro:
Si no hay gogós ni caribeños sirviendo en la barra, ¿para qué vamos a ir a la caseta de la prensa? No querrás que nos leamos el periódico en medio del albero, hasta ahí podía llegar la cosa. Supongo que la intención es buena, pero hay que andar para alante y no para atrás, a no ser que estemos bailando Paquito el chocolatero, claro.
Al usuario anónimo:
oye, que sí que hay caribeños bailando. Un poco antipático, pero anima. Los mojitos un poco caros, pero buenos. La comida buena y no está mal de precio
Mi comentario iba dirigido a "la breve visita al quiosco". Aunque sigo pensando lo mismo.
Perolerooooo, a ver cuándo te guisas ya otro arroz, que éste está ya muy visto. Menos feria y más trabajar, coño, que así no hay forma de levantar este puto país de los cojones. Arriba España, ey!
El que ha contestado antes por mi, que se calle, no necesito que me defiendan. El anónimo que pide saber quién es el del perol soy yo y lo digo desde el anonimato para que sienta en sus carnes lo que jode no saber con quién estás hablando. El Canito ese que habla tanto, mejor que piense antes de hablar a ver si el fascista camuflado en rojo sin vocación va a ser él. Yo soy un facha porque el mundo me hizo así pero tú eres facha y dices que eres otra cosa. A ver si te aclaras.
Te olvidas de otro libro guardado en el cajón de nuestro ín-clito, in-efable, in-combustible Antonio Gala: MI Fundasssssión. En la que nuestro enorme escritor de culto explica su caída de Damasco. Cómo pasó sin despeinarse de crítico feroz de la Iglesia Católica a entusiasta turiferario del Sumo Sacerdote y Supremo Dador de Dones de la misma en Córdoba, Don Miguel del Alma Fría, casi por nada...
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