La maravilla de Córdoba
La Fundación New Seven Wonders ha ideado escoger mediante un concurso las nuevas siete maravillas del mundo. La Gran Pirámide de Giza, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa en Efeso, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Sepulcro de Mausolo en Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría ya no venden en los touroperadores a causa de que sólo la pirámide sigue en pie, y con el riesgo de que al ir a visitarla te acribillen cuatro moros locos por un quítame allá ese Dios verdadero.
A raíz de esta votación la cadena de televisión Tele 5 hizo otra similar entre los españoles. La Mezquita de Córdoba arrasa en este campo, lo que muestra que los cordobeses ven el Tomate. Lástima que de la puesta en marcha por la Fundación y relacionada con la UNESCO no se enteren, ya que no ha salido anunciada entre alguna correría de Paquirrín y la última y presunta felación de la tercera a la que echaron en la sexta temporada de Gran Hermano al cadáver de Lauren Postigo.
En cualquier caso, los dos concursos, a pesar de utilizar los votos de internet, se nos antojan caducos. Hace tiempo Duchamp subvirtió el arte al colocar un urinario de porcelana en una exposición. Poco después, claro, alguien cagó y colocó su cacota en un museo. La esencia orgánica del arte contemporáneo se puede ver ahora por doquier. En estos tiempos democráticos cada cual lleva un artista dentro que sólo espera manifestarse. Esto también ha influido en los lugares donde se muestran las obras. Los museos se han convertido en almacenes. El arte sale a la calle, a los bares, al supermercado. También las obras son de todo tipo, desde instalaciones a performances con un candidato a la alcaldía. ¿Por qué sin embargo nos quedamos con maravillas del mundo de otra época, ligadas a otros conceptos de la creatividad?
El Perol Sideral propone que represente a Córdoba una maravilla del mundo del siglo XXI, que combina todos los elementos que se le exigen a una obra de arte actual sin abandonar el respeto a la tradición. La frescura, la sorpresa, la armonía y la historia se dan la mano en el presidente de las peñas, Francisco Castillero.
Castillero se remonta al Japón, a la China, a Mongolia. Su aspecto oriental pide kimono, pide judogi. Pide una mijita de Gengis Khan. Entronca la tradición árabe con la de la ruta de la seda. Y eso con su mera presencia. Pero invierte esos valores, haciéndolos nuestros sin perder su origen. Si los nipones lanzan fotos contra todo lo que se mueve o permanece inerte, Castillero ha pasado al otro lado y consigue colarse en todas las fotos con una habilidad pasmosa. El que se mueva no sale. Andalucía pura. Es lo más cercano a eso que se ha dado en llamar “monumento vivo”. He aquí al Li Po, el bebedor, poeta excelso, resurgido hoy en la pétrea faz de este peñista insigne. Donde había sake hay fino. Donde había geishas hay sultanas que abren la boca de manera insinuante al decir sáih. Qué labios. Fátima saluda a Pekín, Cañero a Tokio y la Fuensanta a Ulán Bator.
Dan ganas de abrazarle al ser tan nuestro, de besarle. ¿Cómo puede ser tan pequeño y mono? Venga aquí, monumento, quiero hacerle mimos. No se resista, estoy lleno de amor. ¿Será capaz de hacer una patada giratoria mientras toca las castañuelas? ¿Conocerá el arte del ikebana y a la vez el del cultivo de geranios en los patios? La cultura milenaria rebosa, se desparrama, sale por sus fosas nasales, arrastra a la masa hacia el saber, como un mar, que es el morir, el mar, la mar, siempre la mar.
Se mueve por los pasillos de las instituciones con el sigilo y lujuriosa intención de la serpiente Kundalini: he ahí a La India. Es la semana de Nueva Dheli en el Corte Inglés. Como leprosos, los hambrientos le esperan. Tomen croquetas. Abran la boca. Tomen empanada y pastel cordobés gratuito. El populacho grita enfebrecido.
Anda sobre las procelosas aguas de la política local. Multiplica los panes y los peces. Las subvenciones de las instituciones colman a los invitados del novio y a los de la novia en las bodas del dominó y el medio. He ahí la tradición judeocristiana. El Mesías detesta a la prensa, esos mercaderes cuyos tenderetes estorban en su templo. El Padre no le abandona, o la Madre. Toma, hijo mío, más maná para saraos desde este cielo administrativo.
La Ruta de Castillero, con los turistas llevando en volandas al prohombre haciendo la sillita de la reina, llevaría a los visitantes por los sitios más recónditos de la burocracia para luego dejarlos extasiados frente al coro rociero Donceles y Buganvillas. Sin tregua, retozarían luego en el albero de El Arenal, como felices cochinillos, para acabar degustando salmorejo en las tabernas. Y todo esto con el Gran Peñista como guía, ora simulando una verónica, ora aplicando un ushiro-goshi a una inglesa tetona.
Por todo ello lo consideramos una maravilla de la ciudad, y una maravilla contemporánea, pues contiene riqueza cultural y un diálogo constante en su propio ser entre diversas civilizaciones. Pura vanguardia en movimiento a la que proponemos para un concurso que debería abrirse a nuevas formas creativas.
A raíz de esta votación la cadena de televisión Tele 5 hizo otra similar entre los españoles. La Mezquita de Córdoba arrasa en este campo, lo que muestra que los cordobeses ven el Tomate. Lástima que de la puesta en marcha por la Fundación y relacionada con la UNESCO no se enteren, ya que no ha salido anunciada entre alguna correría de Paquirrín y la última y presunta felación de la tercera a la que echaron en la sexta temporada de Gran Hermano al cadáver de Lauren Postigo.
En cualquier caso, los dos concursos, a pesar de utilizar los votos de internet, se nos antojan caducos. Hace tiempo Duchamp subvirtió el arte al colocar un urinario de porcelana en una exposición. Poco después, claro, alguien cagó y colocó su cacota en un museo. La esencia orgánica del arte contemporáneo se puede ver ahora por doquier. En estos tiempos democráticos cada cual lleva un artista dentro que sólo espera manifestarse. Esto también ha influido en los lugares donde se muestran las obras. Los museos se han convertido en almacenes. El arte sale a la calle, a los bares, al supermercado. También las obras son de todo tipo, desde instalaciones a performances con un candidato a la alcaldía. ¿Por qué sin embargo nos quedamos con maravillas del mundo de otra época, ligadas a otros conceptos de la creatividad?
El Perol Sideral propone que represente a Córdoba una maravilla del mundo del siglo XXI, que combina todos los elementos que se le exigen a una obra de arte actual sin abandonar el respeto a la tradición. La frescura, la sorpresa, la armonía y la historia se dan la mano en el presidente de las peñas, Francisco Castillero.
Castillero se remonta al Japón, a la China, a Mongolia. Su aspecto oriental pide kimono, pide judogi. Pide una mijita de Gengis Khan. Entronca la tradición árabe con la de la ruta de la seda. Y eso con su mera presencia. Pero invierte esos valores, haciéndolos nuestros sin perder su origen. Si los nipones lanzan fotos contra todo lo que se mueve o permanece inerte, Castillero ha pasado al otro lado y consigue colarse en todas las fotos con una habilidad pasmosa. El que se mueva no sale. Andalucía pura. Es lo más cercano a eso que se ha dado en llamar “monumento vivo”. He aquí al Li Po, el bebedor, poeta excelso, resurgido hoy en la pétrea faz de este peñista insigne. Donde había sake hay fino. Donde había geishas hay sultanas que abren la boca de manera insinuante al decir sáih. Qué labios. Fátima saluda a Pekín, Cañero a Tokio y la Fuensanta a Ulán Bator.
Dan ganas de abrazarle al ser tan nuestro, de besarle. ¿Cómo puede ser tan pequeño y mono? Venga aquí, monumento, quiero hacerle mimos. No se resista, estoy lleno de amor. ¿Será capaz de hacer una patada giratoria mientras toca las castañuelas? ¿Conocerá el arte del ikebana y a la vez el del cultivo de geranios en los patios? La cultura milenaria rebosa, se desparrama, sale por sus fosas nasales, arrastra a la masa hacia el saber, como un mar, que es el morir, el mar, la mar, siempre la mar.
Se mueve por los pasillos de las instituciones con el sigilo y lujuriosa intención de la serpiente Kundalini: he ahí a La India. Es la semana de Nueva Dheli en el Corte Inglés. Como leprosos, los hambrientos le esperan. Tomen croquetas. Abran la boca. Tomen empanada y pastel cordobés gratuito. El populacho grita enfebrecido.
Anda sobre las procelosas aguas de la política local. Multiplica los panes y los peces. Las subvenciones de las instituciones colman a los invitados del novio y a los de la novia en las bodas del dominó y el medio. He ahí la tradición judeocristiana. El Mesías detesta a la prensa, esos mercaderes cuyos tenderetes estorban en su templo. El Padre no le abandona, o la Madre. Toma, hijo mío, más maná para saraos desde este cielo administrativo.
La Ruta de Castillero, con los turistas llevando en volandas al prohombre haciendo la sillita de la reina, llevaría a los visitantes por los sitios más recónditos de la burocracia para luego dejarlos extasiados frente al coro rociero Donceles y Buganvillas. Sin tregua, retozarían luego en el albero de El Arenal, como felices cochinillos, para acabar degustando salmorejo en las tabernas. Y todo esto con el Gran Peñista como guía, ora simulando una verónica, ora aplicando un ushiro-goshi a una inglesa tetona.
Por todo ello lo consideramos una maravilla de la ciudad, y una maravilla contemporánea, pues contiene riqueza cultural y un diálogo constante en su propio ser entre diversas civilizaciones. Pura vanguardia en movimiento a la que proponemos para un concurso que debería abrirse a nuevas formas creativas.
11 Comments:
Grande, muy grande.
Carrozas de flores de papel seda con vecinas a bordo te canten.
Yo voto por ello. No lo hice el 27-M, pero con el argumentario ofrecido por el ilustrísimo doctor no puedo negarme a introducir mi papeleta virtual en favor de este raro especimen autóctono que es el señor Castillero. Por cierto, cambien la "r" por la "j" y verán que susto.
Reales felicitaciones, doctor
No se olvide que el señor Castillero es devoto fiel de Rosa Aguilar, y que quien vota a IU en las municipales está votándolo a él también...
Inclínome primaveralmente ante su prosa, doctor
Hablas de un planeta inhabitable: Córdoba.
Sólo quedaría entonces el recurso de buscar otro planeta como se aborda en algunas novelas...
Creo que el señor Castillero será el nuevo jefe de prensa de la alcaldesa, ahora que ella ha decidido perder el norte y en lugar de cortar cabezas a sus concejales se las corta a sus periodistas. Si es que.... Ahí, ahí, cubriéndose de gloria. Alpechín virtual para la reina madre, ya.
Bueno "sus periodistas" sabían con quien se jugaban los cuartos de todos nosotros. Que les den...
Lástima de los becarios, los explotados, los ninguneados... pero de esa caterva de trepas que se pegan al poder para ejercer periodismo de parapeto del líder y propaganda, no debemos sentir lástima. Seguro que ya están pegándose a otro sol que caliente aunque tengan que hacerle la cama a algún veterano redactor. Menuda basura...
No comparto la opinión del anterior contertulio. Yo no me dedico a eso, pero dentro del periodismo hay diversas ocupaciones, y la de gabinente de prensa está cada vez más en boga. Es un labor publicitaria como pueda serla la de un... publicista. Que alguien vele por la imagen de una persona o se ocupe de poner en contacto a los medios con su "jefe" no quiere decir que necesariamente sea un trepa. Es un trabajo concreto y muy en sintonía con el papel que hoy representan los medios de comunicación. Y una determinada persona lo puede desempeñar de forma honrada o como un trepa, claro, pero depende de cada persona, al igual que si hablamos de un superinvestigador de sucesos in the night. Por los textos que aquí se publican otras veces creo que no es una página especializada en periodismo y periodistas, por lo que pido disculpas al Doctor Perol por contribuir a este debate endogámico. Pero hay que quitarse la careta, el periodismo tradicional, al estilo romántico, murió hace tiempo. Ya no queda nada de eso del cuarto poder. Es parte del primero. Todo es una empresa, un banco, un partido, un diario, una emisora, una tele nacional y otra local. Afortunadamente la red sigue siendo libre por el momento, pero al menos aquí en Córdoba no se hace mucho uso de ella. Cuando empecé a leer esta página hace un año y pico pensé que al menos un puñado de gente se animaría a seguir la estela. Sobre todo periodistas o gente cercana al poder. Nada de eso ha ocurrido y todavía hoy seguimos charlando aquí. Para mi gusto, y al margen de la calidad desigual de los post, unos magníficos y otros no tanto pero siempre con un buen nivel, este Perol es un ejemplo que lamentablemente no tiene seguidores, y mira que "buceo" en la red en busca de esos cordobeses que escriban bien y puedan aportar puntos de vista distintos. Yo lo haría pero no tengo mucho que decir. ¿No hay nadie por ahí? Mientras tanto, y aunque suene a peloteo, hay que descubrirse el sombreo ante una página tan bien escrita y con esta mala leche... mala leche justificada y bienvenida.
Anónimo, menos mal que no te dedicas a ello, porque parece que te va la vida en ello. ¿algún pecadillo? ¿algún cadáver en el camino?¿el enano de la conciencia a veces no te deja dormir? No discuto la utilidad ni necesidad de los gabinetes de prensa, pero de prensa, no de presa los perros que son la voz de su amo y,ojo: QUE PAGAMOS TODOS EN ESTE CASO. Yo entiendo que hay que comer, supongo que por eso dices que el periodismo hoy ya es otra cosa. Pues que duermas bien, hija.
A ver, anónimo III, vayamos por partes que yo en su texto me pierdo. Cómo puede usted soltar, criatura, que no tiene nada que decir y desparramar toda esta retahíla lingüística a las 4:58 de la madrugada. Increíble. Enhorabuena. Yo a esas horas, aproximadamente, entro en fase REM que me las pelo. Eso sí, razón tiene usted más que un santo. En lo del primer poder, en lo que no todos los que participan en este perol son de la canalla y en lo de honrados y trepas, que haberlos los hay, como usted bien dice, entre periodistas, fontaneros, físicos cuánticos y detectives de medio pelo. Yo también surfeo, no crea, y mucho, pero no siempre me interesa ir dejando post colgados por todos sitios con mi opinión que, a buen seguro, le importa a la gente un pimiento. ¡Ah!, y felicidades por sentirse libre en la red, será el único, porque yo aquí no leo nada más que pseudónimos y anónimos. A lo mejor es por esto que no encuentra a esos cordobeses con talento literario exponiendo sus puntos de vista por ningún sitio. De momento, anímese y escriba el suyo, que seguro habrá alguien por ahí muy interesado en conocerlo.
Decepcionante su postura mi estimado caballero Lirongo. Mucho más adecuados los comentarios de anónimo III (un linaje noble donde los haya) y de mi estimada dark lady. Trabajar no es trepar. No creo que ni uno sólo de los 'escribanos' municipales desdeñados por la reina madre hayan hecho un sólo mérito para ser considerados villanos o trepas. Todo lo contrario. Durante los últimos años sólo se han esmerado en difundir y transparentar toda la información de un gobierno municipal, con la lógica de la perspectiva de quien manda. La responsabilidad de buscar la otra parte de la verdad es de los medios de comunicación. Una obligación demasiado olvidada precisamente por los intereses publicitarios de los trepadores escondidos tras los cargos de las redacciones.
Como siempre, un real saludo
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