sábado, noviembre 27, 2010

Diario del alcalde Andrés Ocaña Rabadán (IX)

Querido diario:

Soy el alcalde. Cada vez fallan más las comunicaciones. Me aburro y me limito a hacer flexiones. Tras días de entrenamiento he conseguido hacer dos, aunque la segunda con ayuda, apoyando las rodillas. La primera sí la hago bien. Para recuperarme del esfuerzo tomo Cordo-Van, la bebida energética andaluza que en caso de sobrevivir pretendemos presentar a patrimonio inmaterial de la humanidad el próximo año. Sabe a salmorejo y en su elaboración han colaborado los más prestigiosos cocineros deconstructores de la ciudad, además del hermano de Rosa Candelario, que en paz descanse, cuya empresa se ha ocupado del diseño de la lata tras conseguir la adjudicación en un reñido concurso público.

Junto a fino El Gallo es lo único que hay en el bar de este refugio, el Soho Bunker, una pequeña estancia incrustada en la pared atendida por un entrañable robotito. Los empresarios hosteleros del Soho consiguieron la adjudicación tras un reñido concurso público. El caso es que estoy bastante excitado y no duermo casi.

Los datos que me llegan indican que los centros cívicos se multiplican. Hay ya una media de 25 por barrio. Perdón, por distrito. Quién me iba a decir que una de las instalaciones más importantes para el equipo de gobierno municipal, donde formación y convivencia se combinaban para beneficio de los vecinos – beneficio desinteresado por nuestra parte- se iban a convertir en auténticos Caballos de Troya de las hordas culturales vampíricas. Los talleres de trenzas, de danza del vientre, de pulseras de colores o de meditación en los que el equipo de gobierno confiaba hasta hace poco el campo educativo de manera rigurosa, se tornan ahora lugares de adoctrinamiento de las masas. Solicitan subvenciones por trenza, por pulsera de color, por encogimiento de barriga en el caso de la danza y por minuto con la mente en blanco en el caso de la meditación. Mil euros para cada cosa. Esto es insostenible.

Estado de salud: Ojos inyectados en sangre, pupilas que ocupan el ojo entero, incluido el blanco, estreñimiento con ventosidades de las que no suenan pero bien que huelen.